Nuestra propuesta es un sistema pedagógico moderno y sistémico, que atiende a la educación personalizada de los estudiantes, sacando lo mejor de sí mismos, en cuanto hombres y mujeres con sus peculiares características.
“El mundo de hoy pide una educación que ayude a los hombres a SER. Todos tenemos un deber: llegar a ser. Compromiso personal y colectivo a un tiempo. Llegar a ser hombres originales, más libres, más activos, armoniosos y equilibrados, señores de sí mismo, aptos para la convivencia, capaces de dominar las cosas y mantener su vida trascendente. Nada de esto se logra fuera de una educación donde la persona adquiera el rango de primer plano.” (María de las Nieves Pereira Rúa Licenciatura en Filosofía y Letras (Pedagogía). Universidad de Barcelona. España).
Nuestra propuesta se apoya sin duda en la singularidad individual, que ayuda a formar la conciencia y la libertad personales, que nos mueve a entrar en el planteamiento y solución de problemas de la vida que verdaderamente preocupan a cada hombre y a la sociedad y que nuestra institución pone en práctica en su quehacer educativo.
La IEP ¨Santo Toribio de Mogrovejo¨ en el marco de la inclusión, también toma en cuenta esta exigencia, puesta en el principio evangélico de amor al prójimo y dentro del marco normativo que presenta el MINEDU.
Favorecer la mejora de su aprendizaje; que responde a los estilos y a la diversidad de inteligencias que tiene consigo, siempre ayudado con estrategias cooperativas y colaborativas, promoviendo el aprendizaje continuo a través de una metodología por descubrimiento, participativa, investigativa y reconstructiva.
Favorecer el desarrollo de su personalidad; centrado en la primacía de la persona que es única, absoluta e irrepetible.
Garantizar un espacio de sana diversión; en la cual tu hijo o hija ponga en práctica las habilidades lúdicas, sobre todo el desarrollo de las habilidades blandas.
Brindar una disciplina con amor; no queremos ni el autoritarismo ni, mucho menos, el permisivismo. Tenemos que hacer ver y hacer respetar límites y sus consecuencias; dar correcciones y no tanto castigos. Esta conciencia de mejorar con el trabajo planeado (de la obra bien hecha) y de vivir en armonía, va ayudando a forjar la voluntad y el carácter para experimentar el gozo de vencer las adversidades y de alcanzar metas cada vez más altas. El ambiente evangélico que tratamos de cultivar, desde la acogida, va favoreciendo el gusto por asumir los valores institucionales de prudencia, justicia, fortaleza y templanza en un clima fraterno y comunitario.
También nuestro colegio le brinda a su hijo(a) este servicio que es un medio valioso para apoyar este proyecto. En ellas, un profesor(a) o tutor(a) ayuda personalmente a un(a) alumno(a) a conocerse mejor, a plantearse objetivos de mejora en su vida (académica, social, familiar, etc.), a traducir ese objetivo en acciones concretas, y lo acompaña para “dar lucha” por mejorar. Estas se desarrollan en base a entrevistas periódicas con ellos y con ustedes sus padres.